Las empresas que fomentan el uso de la bicicleta en el trabajo no sólo mejoran la salud de sus empleados, sino también su propia rentabilidad económica e imagen.
Según varios estudios, los trabajadores que van al trabajo en bicicleta están más concentrados, son más creativos y están menos estresados.
Sin embargo, existen dificultades psicológicas y de infraestructura que limitan el uso de la bicicleta. Aquí es donde las empresas pueden hacer mucho para fomentar el uso de la bicicleta.
La gente no va en bicicleta por dos razones principales:
Temen por su propia seguridad,
Miedo a que les roben la bicicleta
Y cuando se trata de ir en bicicleta al trabajo, hay otros factores importantes que determinan que se evite el uso de la bicicleta como medio de transporte:
1. Un viaje demasiado largo,
2. Condiciones meteorológicas desfavorables,
3. Llegar sudado o con calor.
La cuestión de la seguridad
En lo que respecta a la seguridad, poco puede hacer una empresa directamente, pero siempre puede intentar establecer una asociación o un diálogo con las autoridades públicas competentes para promover la seguridad de los viajes de sus empleados y proveedores, visitantes, invitados o clientes.
Juntos pueden explorar intervenciones de infraestructura para que las personas que deseen ir en bicicleta a sus locales puedan hacerlo de forma segura.
La cuestión del robo
El miedo al robo de la bicicleta, del propio medio de transporte, es un problema que la empresa puede resolver de forma muy eficaz instalando soportes seguros, a los que se puede fijar el cuadro de la bicicleta y no sólo la rueda.
Estos portaequipajes podrían cubrirse con un toldo para evitar que las bicicletas queden expuestas a la intemperie, se mojen en un chaparrón repentino y el sillín se sobrecaliente, especialmente en los días soleados de verano.
Es aún mejor si la zona de almacenamiento de bicicletas está en el interior, posiblemente con acceso restringido sólo a los propietarios de las bicicletas, para alejar aún más la posibilidad de robo.
Por último, el refugio podría estar equipado o situado cerca de vestuarios con taquillas para cascos y objetos personales, duchas y quizás una lavandería.
La bicicleta es la forma más eficiente de viajar
En efecto, una distancia excesiva puede ser un obstáculo en algunas circunstancias. Pero si tenemos en cuenta que más del 60% de los viajes son de menos de 5 km y el 70-80% de menos de 10 km, nos damos cuenta de que en la gran mayoría de los casos se trata de creencias falsas.
Además, para distancias de hasta 6 km, la bicicleta es el medio de transporte más rápido y eficaz en la ciudad, ya que no se atasca en el tráfico y puede aparcarse fácilmente, cerca de su destino. Los que optan por el coche, en cambio, tardan hasta 20 minutos en encontrar una plaza de aparcamiento y a menudo se ven obligados a dejar el coche a unos minutos a pie de su destino final.
No hablemos de la economía de elegir una bicicleta, que no necesita gasolina para funcionar, ni de todos los impuestos y costes secundarios (mantenimiento, seguro, etc.) de un coche.
Condiciones meteorológicas
En cuanto a las condiciones meteorológicas adversas, me gusta citar la máxima del fundador de los Scouts de que no existe el mal tiempo, sino el mal equipamiento.
Con el equipo adecuado y algunos consejos (que también se recogen en la guía para ir en bicicleta al trabajo), ni siquiera la lluvia o el frío nos detendrán.
Pero, como se ha dicho, incluso desde este punto de vista, la empresa que quiere promover el "bike-to-work" puede proporcionar refugios y salas donde las personas que llegan en bicicleta puedan cambiarse y secar su ropa.
Lo mismo ocurre con el sudor.
La elección de una bicicleta de pedaleo asistido permite sudar menos a quienes no pueden cambiarse por el trabajo. Pero si la empresa interviniera ofreciendo la posibilidad de ducharse, cambiarse y quizás lavar la ropa sudada, desaparecería cualquier resistencia a utilizar la bicicleta para desplazarse.
